sábado, 7 de noviembre de 2020

Fugaz.

Quién se lo iba a decir a ellos, dueños del tiempo, que sería justo eso lo que jugaría en su contra, el tiempo. 

Ellos, desconocidos con destino a encontrarse. 

Ella, tan tímida, pero a su lado, totalmente desconocida, un libro abierto. 

Él, tan seguro de sí mismo, tan cerrado, tan suyo. 

Ellos, tan diferentes pero perfectamente acoplables, como dos piezas de puzzle, cortados con la misma máquina. 

Desconocidos que un día se conocieron como fuegos artificiales al final de una fiestas de pueblo. Con la misma emoción, se esperaron y con la misma explosión, encajaron, ilesos de huesos, con mella en el corazón.

Ellos, fugaces, más que las estrellas de la noche de San Lorenzo. 

El tiempo, tan incontrolable, tan juguetón, haciendo de las suyas. 

Aún se sueñan, aún se sienten, con la misma ilusión que un niño pequeño en la noche de Reyes.

Ellos, tan cercanos pero, físicamente tan alejados.

Tan sinceros y tan etéreos al mismo tiempo, ellos. 

Fugaces, como dos pompas de jabón en una bañera con niños, como el final de un libro. 

Él, con la espina clavada, sigue hacia adelante. 

Ella, no mira hacia atrás, no quiere soñarle. 

Ambos, tan lanzados, tan abiertos.


La relación fugaz, 
más fugaz que el tiempo.
 



jueves, 15 de octubre de 2020

Vive.


Pequeña,
te escribo esto porque estás a tiempo, porque quiero que seas feliz.
Te escribo para que no cambies nunca, que esa fuerza que te caracteriza te acompañe siempre,
que no te dejes llevar.
Huye de lo establecido, vive tu vida, como tú quieras. Nadie tiene derecho a decirte qué hacer, cómo ni cuándo.
Sé tú misma la que te pongas tiempos, y límites, aunque ya sabes que los límites están para romperlos.
Disfruta de cada momento, los minutos pasan y esos nunca volverán. No pierdas tiempo preocupándote por las cosas, se solucionan, y las que no.. ¿para qué darle vueltas?
Piensa en positivo, siempre es mejor aunque cueste, te ayudará a ti misma a salir hacia delante y verlo todo diferente.
Pide ayuda, toda la que quieras, toda la que necesites. Pide ayuda a cualquiera, a tus padres, tus hermanos, tus médicos, tus amigos, a mi. Nadie te la rechazará.
Escucha, escucha mucho y atenta, aprenderás más que estudiando.
Observa, observa cómo pasa la vida de aquel niño pequeño que corre por el parque lleno de arena, la de aquel anciano sentado en el banco de la calle riendo porque las palomas se pelean por las migajas de pan. Observa como cambian las calles, las tiendas, los bares, las estaciones.
Cuando vayas con mucha prisa y alguien te pare, hazlo, para, 2 segundos para ti no son nada, para esa persona igual es una eternidad.
Estudia y lucha por lo que quieres, nadie es mejor que nadie, tú puedes con todo; si no es hoy el día, ya lo será mañana. Cada uno lleva sus ritmos y nadie tiene por qué cuestionarlos.
Lee mucho, cultiva tu mente, vive experiencias soñando con los mundos de las novelas. Escoge de todas las clases, será mucho más divertido y enriquecedor.
Tú eres lo más importante en tu vida, la persona que te va a acompañar hasta el final, el resto podrán ir y venir de tu vida, pero contigo misma, estarás siempre. Escúchate, dedícate tiempo, mímate, cuídate.
Quiérete mucho, sé que es lo que se suele decir, pero es la verdad, estás a tiempo, quiérete, deja que la gente te cuide y te quiera.
Aléjate de todo aquello que te haga mal, ya sean personas, actitudes, clases; aléjate y sólo quédate con lo que de verdad merezca tu atención y que formes parte de su vida.
Haz todo aquello que siempre soñaste, recuerda, los sueños están para cumplirlos, sino, ¿para qué soñarlos? Como bien me dijeron a mi un día: "mejor hacerlo que imaginarlo".
Quédate con experiencias, con vivencias, antes que con objetos.
Escucha mucha música y ríe mucho; pero también, llora si te hace falta, no eres más débil ni peor por llorar.
Prueba todo lo que quieras, si fallas aprenderás, pero si no lo intentas nunca sabrás qué habría pasado.
Exprime los días al máximo, que cuando llegues a casa reventada hayan merecido la pena, que sonrías al recordarlo y te rías de que ganaste tú la batalla al reloj, hiciste más cosas que horas había.
Pero sobre todo, pequeña, VIVE.


PD: No soy nadie para darte consejos, nadie para decirte lo que tienes que hacer, pero necesito escribirlo. Tras año y medio en el tintero y doscientas mil modificaciones, me decido a publicarlo. Por ti. 


miércoles, 22 de abril de 2020

Te vi, en todas ellas.

Hoy he visto llorar a unos ojos que deberían ser eternamente felices; cargados de impotencia y frustración.
Pero también he visto como, acto seguido, le sonreías a la persona más frágil.

He visto como una fachada fuerte esconde al más sensible de los hombres. Y como a veces esas fachadas están construidas de cartón.

Hoy he visto como le dabas la mano a un anciano para cruzar la calle un minuto antes de pararte a levantar a un niño pequeño tras su primer tropiezo en la calle.

He visto gritar de sorpresa una boca que siempre había estado cerrada, emanaba felicidad por todos lados.

Hoy he visto como te disculpabas por poner todo tu empeño en hacer algo que no ha encajado como esperabas, mientras que tú ilusión no dejaba de crecer.

He visto como te brillan los ojos al pensar planes con tus cercanos, no puedo esperarme a verlos el día que se hagan realidad.

Hoy he visto jugar a la mentira frente a tu cara, mientras te aseguraban verdades; ojalá te hayas dado cuenta.

He visto como el valor se ha apoderado de tu cuerpo mientras que luchabas por la más mísera diferencia.

Hoy he visto como las injusticias le ocurren a la gente más buena, la que menos se lo merece.

He visto como sacabas fuerzas de hasta donde era imposible sólo por ayudar un poco más, por no darte por vencida ni dejar que lo hagamos el resto.

Hoy te he visto sacrificarte por gente que ni conocías mientras que a cambio no recibías ni un gracias.

He visto que tus ojos esconden cosas realmente preciosas que no quieres mostrar ni en palabras ni en actos por vergüenza, pero ellos no callarán nunca.

Hoy he visto como pisas la vida, con firmeza, con seguridad, haciendo tambalearse hasta el castillo mejor construido.


Jamás había visto tanta bondad.

lunes, 6 de abril de 2020

Pétalos y lirios

Con las garras afiladas defiende la leona
y en sus ojos el valor de lo vivido.
Si el tiempo fuese selva peleona,
vivirían en guerra contra pétalos y lirios.

Y en jardines ilusorios...
vierto hoy mi tinta negra.
En ellos levanto mis castillos, pero
el viento siempre se llevo la arena.

Castillos en el aire recordando
Lo que pudo ser y no llegó.
Entre pétalos y piedras caminando
Construyendo un futuro mejor.

Guerrera como ella sola, orgullo por bandera.
Jamás dejó lucha a medias.
Siguiendo sus instintos, sobre paso a sus caminos.
Abrió puertas con cerrojos, cerro ventanas con cuchillos.

Y en el filo de ese hierro afilado,
encuentro la carencia de lo estético.
Me veo a medias y, descontrolado.
Cerré ventanas sin ser bélico.

Solo quiero escribir aquello que veo,
alzar el dedo del plumero cual trofeo,
crear chispas con la fricción del lapicero
Pero no con papel, con mi corazón de fuego.

Hacerte sentir lo que ya no siento
tan solo con un par de versos,
Agradecerte  por el camino,
que no es joya todo lo que escribo.

Si en la brisa escondo tu mirada,
y en el mar entierro tus labios,
seré preso de lo que me ama
y dibujaré el mapa encerrado en un acuario.

Tras un parón, resucito,
recordando lo vivido,
de aquellos pétalos y lirios,
de aquella arena que en su día fue castillo.

lunes, 23 de marzo de 2020

Esta eres tú.

Valiente. Fuerte. Indomable. 
La definición más perfecta y mejor hecha de un ave fénix. Aquel que resurge de sus cenizas y es todavía más fuerte. 
Luz. Presencia. Firmeza. 
Brilla más que cualquier estrella, más que una galaxia entera. Nada ha conseguido apagarla, ni tan siquiera hacerla titilar.
Agradable. Amable. Empática. 
Capaz de entenderte hasta cuándo ni tú lo haces, siempre tendiéndote la mano por si lo necesitas. 
Sincera. Detallista. Auténtica. 
Cómo la vida misma, las verdades de frente. Con un detalle bajo la manga, aunque sea una palabra, un silencio, un abrazo.
Inagotable. Intrépida. Tenaz. 
No hay nada que le haga parar, con su lema por bandera, venga lo que venga: esfuerzo, constancia y trabajo = resultado. 
Soñadora. Apasionada. Entusiasta.
Perseguidora nata de sueños, nunca hay un imposible. Nunca llegué a saber si sueña más despierta o dormida.
Generosa. Sensible. Perceptiva. 
El ejemplo más preciso de bondad. Corazón inigualable, grande, más de lo que puedas llegar a imaginar. 
Fiel. Cariñosa. Leal. 
Jamás se le ha visto fallar a los suyos. Persona en quien confiar ciegamente.
Alocada. Espontánea. Sorprendente.
Capaz de dejarte sin aliento, de sorprenderte una y otra vez sin cansarse. Diversión asegurada.
Enérgica. Ambiciosa. Poderosa.
No depende de nadie. Ella misma sabe sacarse las castañas del fuego mejor que con ayuda. 
Revoltosa. Desastre. Única.
La más perfecta imperfección. 

Así es ella.
Así eres tú. 

domingo, 1 de marzo de 2020

Qué bonito

Qué bonita manera de mirar que tienen tus ojos, qué manera de exprimir con una mirada cada detalle de lo que pasa a tu alrededor.

Qué bonito es verte bailar al son de la música que emiten sus labios.

Qué manera más bonita de sonreír, reflejada en cada una de las facciones de tu cara y movimientos de tu cuerpo.

Qué bonito es verte disfrutar del tiempo, aprovechar cada minuto que tienes al máximo porque estos que pasan, ya no vuelven nunca.

Y qué manera tan bonita de compartirlo con tus allegados, donde lo único que no faltan nunca son sonrisas.

Qué bonito es entender tu mundo, tu manera de transmitirlo, de afrontarlo.

Qué bonita manera de querer, sin ataduras, sin controles, con libertad absoluta.

Qué bonito es verte con ella, cuidarla, sentirla.

Qué bonita manera de sonreír entre beso y beso, sin importar el resto.

Qué bonito es ver cómo os miráis, como sois cómplices el uno del otro y os entendéis sin hablar.

Qué manera más bonita tienen tus ojos de transmitir sentimientos, de mostrar al mundo lo que buscan, lo que quieren.

Qué bonito es pasar tiempo a tu lado, que se pare el mundo, que sólo importes tú.

Qué manera tan bonita de cuidar, sin obviar ningún detalle.

Qué bonito amanecer tienen tus ojos, iluminando hasta el rincón más escondido de cada habitación.

Qué manera más bonita de aprovechar los últimos rayos de sol, reflejándolos en tu sonrisa.

Qué bonito tu saber estar, diciendo en cada momento las palabras exactas, aguantando el aliento y el silencio en el preciso instante.

Qué manera tan bonita de hacer especial lo cotidiano, que un café sea mucho más que eso, una llamada se convierta en un cuento, una tarde en una eternidad.

Qué bonito ver cómo te superas paso a paso,  día a día

Qué manera más bonita de ver la vida, sin imposibles, sin límites.

Qué bonito es conocerte, formar parte de tu vida, de ti.

Qué bonito.


jueves, 6 de febrero de 2020

La chica de los 25.


La naturalidad hecha persona, la picardía en pequeñas, o no tanto, dosis.
Su sonrisa, la más bonita y más grande, pero también la que más problemas esconde.
Su energía y ganas de vivir la vida contrarrestan sus noches en vela.
Sus ojos, esas esferas oscuras que callan más de lo que hablan; y ya sabéis lo que dicen de los ojos oscuros, los más expresivos de todos.
El brillo de los mismos el que luce, que no se apaga ni en los momentos en los que sólo albergan lluvias.
Su melena, siempre despeinada o recogida en un moño, pero a quién le importa.

Sus ganas de comerse el mundo, las mismas que conviven con 10.000 monstruos.
Sus monstruos, los únicos que conozco que no dan miedo, pero sí ganas de combatirlos.
Su fuerza, esa que no entiende de límites, la que supera al tifón más grande del mundo.
El mundo... Nadie puede hablar de mundos si no conocéis el suyo.
Su corazón, ay! Qué decir de él? Más grande de lo que jamás podrías imaginar, bondadoso, cariñoso y empatico.  El que está recubierto de un muro, duro como el diamante pero frágil como el cristal.
Batallas internas que lucha día a día, pero que no le hacen falta pinturas de guerra para ganarlas.

Nadie le ha visto jamás rendirse o derrumbarse, ni arrastrarse aunque hay días que no tiene fuerzas ni para levantarse de la cama.
Dice ser mayor, tener espíritu de abuela, pero ¡ya les gustaría a muchas abuelas!
Sus caderas, el movimiento que realizan, el que no se quede embobado al verla caminar, pero sobretodo bailar.. es porque es ciego.
La madurez que desprende... Cualquiera diría que es la chica de los 25 años.




martes, 4 de febrero de 2020

Enero

Enero, llegaste con fuerza para revolucionarlo todo y poner mi vida completamente patas arriba. Pero has durado mucho más de lo esperado, quién diría que tienes los mismos días que el resto de años.
Llegaste como esa avalancha de nieve en un día soleado de esquí, esas cosas que pasan que jamás te esperabas. 
Me has dado uno de los mejores días desde hace mucho tiempo en mi vida, diciéndome así que este iba a ser un GRAN año. 
Pero en cambio, también has sido un mes que no repetiría jamás, pero que me ha enseñado que no tengo límite, que puedo con todo lo que caiga. Siempre.
Enero, mes al que se le asignan los nuevos comienzos, en el que se empieza a trabajar en los propósitos del año que empieza. Yo, este año, he cambiado las reglas.
Un mes que me ha recordado más que nunca en la estación en la que estamos, y no por haber ido a la nieve, o haber visto muchas heladas, sino porque me has hecho ir buscando calor en cada abrazo, de lo frío que has sido.
Enero, has sido el comienzo del fin. Un mes de despedidas, de aprender a decir adiós, a dejar atrás lo que un día nos dio la vida.
Has sido como una tormenta de verano, difícil de asumir y de vivir, de esas que te empapan hasta las entrañas pero te he superado y con la cabeza bien alta.
Eres de esos meses que no me gustaría recordar toda mi vida, pero, en cambio, eres al único al que le escribo estas palabras. Mira qué ironía.
Enero,  has sido un mes agridulce, porque a pesar de todo esto, me has regalado las mejores puestas de sol y amaneceres en los días clave. Siempre recordándome que, pase lo que pase, el sol sale de nuevo cada día, nadie le apaga.
Vanesa Martín, en una de sus canciones, buscaba a alguien que supiera frenar enero pero me alegro, sinceramente, de que este año no lo haya encontrado.
Enero, por fin has acabado, la tormenta llegó a su fin, así que, ahora sí, que llegue la calma, que comience el GRAN AÑO; 
mi año. 

Febrero, te espero con los brazos abiertos y mil ganas. 


jueves, 9 de enero de 2020

Mi rincón favorito de Madrid.



Última noche a tu lado, no me puedo creer que sólo falten unas horas para no poder disfrutarte nunca más. 
Aquí te dedico unas palabras, sentada donde siempre, donde más pensamientos y sentimientos te he desvelado a lo largo de mi vida. Donde me has visto tener las mejores, pero también las peores ideas. Donde has sido testigo de mis alegrías, de mis penas, de mis amores y desamores.
Tú que me has acompañado toda mi vida desde que tengo uso de razón, tú qué has vivido lo peor de mi, pero también lo mejor.
A ti que te he recorrido de arriba abajo, hasta en todos los rincones. Que te he puesto de patas arriba y te he vuelto loca tantas veces como he querido. A ti, donde siempre regreso pase lo que pase. A ti dirijo estas palabras antes de marcharme.

Tú que me has visto crecer, evolucionar, acertar pero también equivocarme. 
Tú que siempre has tenido consuelo en mis días tristes y has estado festejando a mi lado cada uno de los días alegres. Siempre una mano amiga dispuesta a ayudar.
Tú que has estado en cada cumpleaños,  en cada reunión familiar y en muchas de las ocasiones formando parte de ellas como uno más. 
Tú siempre tan alegre, tan llena de vida y ahora tan triste y tan vacía..
Tú, testigo de noches en vela, de mañanas de marmota y despertares antes de que saliera el sol.
Tú que un día te convertiste en hogar y nunca has dejado de serlo.

Nunca pensé que te cogería tantísimo cariño, que me fuera tan difícil decirte adiós.


Has sido, eres y serás mi rincón favorito de Madrid. 
Siempre.