sábado, 2 de enero de 2016

Año nuevo | Construye

Como todos los años, al acabar diciembre, la gente hace balance del año que termina, con sus pros y sus contras, con lo bueno y lo malo, con lo que les ha pasado y lo que debería haber pasado que, claramente, no pasó. En esas frases, normalmente publicadas, aparecen también los amigos de toda la vida y los que ese año te trajo por sorpresa, esas personas que dejaron huella; la familia, los que tienes lejos y los que siempre están a tu lado.

Este año, en mi caso es diferente, el 31 de diciembre ni siquiera pensé en todo aquello, me dediqué a leer las palabras de los que las publicaban y a disfrutar de las pocas horas que quedaban de un año increíble. No os creáis que hice un fiestón durante todo el día, que no paré de hacer cosas, no. Disfruté de los últimos momentos de la manera más simple: poniendo risas a las cosas aburridas, rodeándome de gente insuperable, hablando con la familia y haciendo las mismas tonterías que haríamos todos los años pero a 1700 km de distancia, leyendo los pensamientos que algún escritor plasmó en unas páginas y convertió en libro, cantando, bailando, haciendo vídeos a cualquier cosa (como cocinando y fregando), etc.



Ya en el nuevo año, no voy a dar la vista atrás, no voy a escribir a todos y cada uno de los que han estado a mi lado, a los que se fueron, a los que llegaron, no voy a escribir todas las cosas buenas y no tan buenas que me pasaron; no, este año no. Este año solo voy a estar abierta a lo que vendrá: 366 días nuevos, 366 oportunidades de empezar de cero, 366 maneras de ser feliz. Este año tampoco habrá propósitos, porque como sabemos todos, ya sea el 31 de diciembre o el 1 de enero, nos marcamos propósitos o metas para cumplir en el nuevo año que luego se quedan ahí, en ese móvil, en ese blog, en esa red social, en esa fotografía, en ese cuaderno... se olvidan, no sirven de nada.

Así que este año no, este año va a ser diferente, se acabaron los recuerdos del pasado, echar la vista atrás, se acabó el malgastar el tiempo haciendo cosas que no sirven de nada, se acabó el imaginar algo mejor (ya sea en estudios, en familia, en tu vida, en el mundo... etc), se acabó.
Este año nuevo hay que hacer en vez de imaginar, luchar en vez de soñar, conseguir en vez de intentar. Este año tiene 366 días, uno más que la mayoría, es un año especial. Tienes tiempo, haz que este sea TU año.

Deja de mirar al pasado, deja de imaginar un futuro mejor y CONSTRÚYELO.





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