viernes, 22 de abril de 2016

Para que no me faltes nunca



Como aquellos que llegan sin ser esperados, así llegaste tu. Pisando fuerte y poniendo todo mi mundo patas arriba. Haciéndome ver las cosas desde otra perspectiva. Haciendo que me empiece a fijar en todo aquello que ni siquiera veía, que empiece a luchar por todo lo que daba por perdido, que empiece a perseguir realmente mis sueños. 

                       

Haciendo que empiece a coger cariño a los aeropuertos, pero más que a estos a los reencuentros en ellos, los abrazos en las terminales y las despedidas por poco tiempo. Además de los cambios de planes, de los viajes repentinos, de un día para otro y de los que estaban programados. 



Adentrándome en un mundo donde las sonrisas hablan y las miradas expresan mil sentimientos. Donde las noches son eternas llevándonos hasta la madrugada. Donde las coincidencias forman parte del día a día, ya sea despiertos o en sueños. 



Un mundo en el que las debilidades se convierten en realidad, en el que aparecen sonrisas y 'te quieros' camuflados en miles de besos. En el que las bromas no las entiende nadie más que tú y yo. Un mundo en el que tener defectos no es nada malo sino lo más normal del mundo y la sinceridad es lo más importante y valorado.



Un lugar en el que daría lo que fuera por verte sonreír una vez más, por poder verte la cara nada más abrir los ojos cada mañana. Un lugar en el que no haya normas y podamos hacer desayunos completos y cenas guarrindongas, donde pueda cocinarte 500 mil veces más. Donde los botes de nocilla y las bolsas de m&ms abunden por todos lados y no engorden. Donde me sienta como en casa entre tus brazos.



Un lugar maravilloso, con mil calles que nos quedan por recorrer, mil parques a los que salir a correr. Un lugar en el que sigamos compartiendo silencios a oscuras y carcajadas a plena luz del sol. Dónde el metro sea nuestro confidente y Milú y los pitufos nuestros grandes amigos. 


Un mundo donde los miedos no existan y nos superemos día a día. Donde nuestras llamadas nocturnas se nos alarguen sin darnos cuenta. Donde podamos compartir mil cumpleaños más llenos de sorpresas y alegrías. Donde pueda seguir disfrutando de esa sonrisa perfecta y de la manera en la que sólo tú me haces reír. 



Un mundo lleno de personas como tú, de incondicionales, los que siempre están y nunca fallan. 

Por poder vivir en este mundo tooooodos los días de mi vida, pero sobretodo:

Por ti, para que no me faltes nunca.




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